Elección de convencionales en Santa Fe. En un proceso electoral histórico, la participación más baja desde 1983

Los docentes de nuestra Facultad, Esteban Iglesias, Cintia Pinillos y Juan Bautista Lucca, analizaron los resultados de las elecciones del 13 de abril poniendo el foco en la baja participación de la ciudadanía. A. continuación las reflexiones:


Las elecciones a Convencionales Reformadores celebradas este domingo en la provincia de Santa Fe consolidaron el liderazgo del gobernador Maximiliano Pullaro y dejaron en evidencia su capacidad política al iniciar el postergado proceso de reforma de la Constitución Provincial.

Sin embargo, la elección de convencionales no logró concitar el interés de la ciudadanía, registrándose un nivel de ausentismo superior a las elecciones de 2023. La participación electoral fue sólo del 55 del padrón electoral.

En consonancia con la tendencia nacional, desde la crisis de 2001 el porcentaje de votación no dejó de caer, llegando en 2023 al piso de 68,3 en las generales y 62,8 en las primarias. En 2025 se alcanzó el porcentaje más bajo desde 1983. 

En efecto, si bien la apatía y el desencanto hacia la clase política no son nuevos ni exclusivos de la política local, resulta llamativa la magra participación en el marco de una elección histórica. 

Después de más de 60 años se abre la posibilidad de reformar la Constitución provincial. La de Santa Fe, junto con la de Mendoza, son las únicas que no fueron modificadas luego de la reforma de la Constitución Nacional en 1994. En este marco, la baja participación en las elecciones de Convencionales Reformadores es un elemento relevante, ya que es el acontecimiento político que abre el ciclo de reforma que, si se logran los consensos requeridos en el seno de la Convención, concluirá con un nuevo texto constitucional.

Es posible identificar cuatro factores clave que contribuyen a explicar la baja participación electoral:

  1. Falta de interés ciudadano: La elección no logró concitar la atención de la sociedad, especialmente en los distritos más poblados como Santa Fe y Rosario. Las consignas de campaña no lograron competir con preocupaciones más urgentes planteadas en la agenda nacional.
  2. Ausencia de adversarios políticos claros: La campaña careció de figuras políticas polarizantes que generaran afectividad o movilización electoral. No se logró consolidar una propuesta clara en oposición al oficialismo provincial, dejando sin combustible emocional a una campaña que pasó casi desapercibida.
  3. Baja relevancia de los cargos en juego: Las estructuras partidarias no se jugaron posiciones de poder significativas, lo que debilitó la motivación para participar. El oficialismo fue tal vez el único espacio con un interés visible en el proceso.

Autores: Esteban Iglesias (CONICET-FcpolitUNR), Cintia Pinillos (FcpolitUNR) y Juan Bautista Lucca (FcpolitCONICET-UNR).