La destacada politóloga brasileña Silvana Krause está de visita en Rosario en el marco de un convenio firmado por la Escuela de Ciencia Política de nuestra Facultad y la de la Universidad Federal de Río Grande do Sul (UFRGS), Brasil, por el cual estudiantes y docentes del doctorado de dichas casas de estudios realizan estancias, intercambian experiencias y participan en cursos en ambos países.
La doctora Krause, quien hasta mañana dictará cursos en el doctorado de nuestra Facultad, analizó los principales aportes que se hicieron recientemente a la teoría de los partidos políticos y los sistemas de partidos. En tal sentido, consideró que los partidos políticos no están en crisis, como sostienen algunos analistas, sino que cumplen una nueva función.
Consultada sobre cómo ve a la Argentina, la politóloga brasileña sostuvo: “Tengo la impresión de que la Argentinano consigue romper con el pasado. No sé si será por la melancolía o por la cultura del tango. Por un lado es contradictorio, porque Octavio Paz en su ensayo de 1950 El laberinto de la soledad dice que los latinos viven un presente continuo, pero la Argentina vive un pasado continuo”.
A la hora de analizar las diferencias entre el liderazgo del ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y su sucesora, la actual mandataria, Dilma Rousseff, Krause señaló: “El problema del PT y de los partidos brasileños en general es el de la renovación de cuadros. Y en ese punto parece que se confirman las teorías políticas que consideran al perfil de los liderazgos de las elites extremadamente importante en los movimientos y los procesos políticos. Lula, a partir de la crisis de 2005 por los casos de corrupción en su gobierno, comenzó a situarse como un líder paralelo al PT. Pero la crisis fue tan bien administrada por el propio Lula que su figura no resultó salpicada por la corrupción y por eso el presidente logró su reelección en2006”. Y agregó: “Él percibió que el gran desafío era construir un liderazgo que tuviera sustento partidario pero con un perfil técnico. A finales de 2009 y comienzos de 2010, con una alta aprobación a su gestión, una buena parte de la opinión pública pensaba que Lula debía impulsar una reforma constitucional para poder postularse para un tercer mandato presidencial. Por eso considero que el no de Lula fue una posición importantísima para la cultura política brasileña. Entonces surge, impulsada por el propio Lula, la candidatura de Dilma. Ahora hay un proceso de diferenciación. Dilma no es una negociadora nata, toda vez que hay rumores de corrupción ella cambia de ministros. Hay una diferencia clara en el perfil administrativo entre Lula y Dilma y esto hizo que se acerque más a la presidenta una clase media que antes no estaba de acuerdo con las medidas populares de Lula. Por otra parte, Dilma no fue una de las fundadoras del PT, sino que llegó al partido tardíamente a mediados de los 90, ni formaba parte del aparato del PT”.
Graduada en Ciencias Sociales por la Pontificia Universidad Católica de Río Grande do Sul (1986), la profesora Krause acredita una maestría en Ciencia Política por la Universidad Federalde Río Grande do Sul (1991) y un doctorado en Ciencia Política en la Katholische Universität Eichstätt, de Ingolstadt, Alemania (2003). Actualmente es profesora adjunta de la Universidad Federal de Río Grande do Sul (UFRGS). Tiene gran experiencia en el área de Ciencia Política, en especial en Estudios Electorales, Partidos Políticos y Políticas Públicas. Además, es especialista en los siguientes temas: comportamiento electoral y elecciones, partidos políticos e alianzas electorales, estrategias de campaña y evaluación de políticas públicas. Asimismo, es miembro del consejo consultivo de la revista Sociedade e Cultura y de los consejos editoriales de la revista Debates y del portal de opinión pública Em Debate.