El 3 de junio de 2015, nuestro país fue testigo de una movilización histórica: «Ni Una Menos», donde miles de personas se movilizaron y reunieron en plazas y calles de todo el país para denunciar la violencia de género y exigir al Estado respuestas concretas ante los femicidios y las múltiples formas de violencia hacia mujeres y disidencias.
El femicidio de Chiara Páez, una adolescente de 14 años asesinada por su pareja en la localidad santafesina de Rufino, fue el hecho que motivó esa primera convocatoria y despertó una conmoción colectiva. El impulso dado por periodistas, escritoras y activistas feministas a través de redes sociales, a partir del uso del hashtag #NiUnaMenos, fue clave para su masificación, transformando el primer Ni Una Menos en un grito colectivo. Aquel acontecimiento marcó el inicio de un ciclo de organización y visibilización que trascendió fronteras, posicionando al movimiento feminista argentino como referente en la región y el mundo.
#NiUnaMenos se instaló en la agenda pública con demandas que fueron mucho más allá del enojo y la denuncia por los femicidios cotidianos. Propició una discusión sobre el carácter estructural de las violencias machistas, impulsó la revisión de las desigualdades por razones de género en todos los ámbitos, transformó las modalidades de lucha generando una vinculación constante entre las performáticas callejeras y las viralizaciones digitales, transformó la iconografía de las mujeres y las disidencias sexuales, instaló el reclamo por vidas dignas de ser vividas, libres de estigmatizaciones y violencias.
El impacto del 3J en las instituciones universitarias fue significativo y potenció procesos organizativos que ya venían gestándose con anterioridad, en los que estudiantes, graduadas, docentes e investigadoras asumieron roles protagónicos. Esto se cristalizó en un compromiso sostenido de lucha contra las violencias por motivos de género, y en la consolidación de espacios institucionales dedicados a la prevención, abordaje y erradicación de las mismas.
Se crearon además áreas, programas y secretarías de género y se promovió la formación específica en perspectiva de género para estudiantes, docentes y personal nodocente. Estos avances institucionales se articularon con las demandas de los feminismos universitarios, que desde hace años impulsan transformaciones profundas en las formas de enseñar, investigar y vincularse dentro del ámbito académico.
A diez años de aquella primera convocatoria, desde la Se.Ge.Sex de la Fcpolit, reafirmamos nuestro compromiso con la construcción de una universidad libre de violencias sexistas. Este aniversario nos encuentra en un contexto profundamente preocupante, signado por el retroceso de políticas públicas destinadas a la promoción de los derechos de mujeres, identidades LGBTI+ y diversidades, recortes presupuestarios, desarticulación de programas específicos y discursos estigmatizantes hacia los feminismos y las disidencias sexuales.
Frente a este escenario, consideramos imprescindible sostener y profundizar las políticas institucionales que promuevan la igualdad, la inclusión y el respeto por los derechos humanos. La defensa de una educación pública, crítica y con perspectiva de género forma parte de nuestras convicciones más profundas. Asimismo, entendemos que es desde el trabajo articulado entre espacios académicos, militantes y territoriales que se fortalecen las estrategias para enfrentar los desafíos del presente.
A diez años del primer «Ni Una Menos», renovamos nuestro compromiso con la memoria activa, la defensa de los derechos conquistados y la construcción colectiva de una sociedad más justa, igualitaria, y libre de violencias.
Este martes 3 de Junio, invitamos a marchar:
- 17 horas. Concentración en Plaza 25 de Mayo (Buenos Aires y Santa Fe)
- 17.30 horas. Marcha hasta Plaza San Martin (Santa Fe y Moreno)