Entrega de Honoris Causa a Gerardo Pisarello Prados

El académico argentino y actual vicealcalde de la ciudad de Barcelona recibió la máxima distinción por parte de la UNR. Habló de democracia, municipalismo y se definió como “hijo de la Universidad Pública”.

En la tarde de ayer, 22 de agosto, se realizó la entrega del Honoris Causa a Gerardo Pisarello Prados en el Espacio Cultural Universitario. Pisarello es abogado por la Universidad Nacional de Tucumán, emigró a España, luego de años de docencia comenzó su carrera política y actualmente se desempeña como primer teniente de alcalde en Barcelona.

En el inicio de la ceremonia, Franco Bartolacci, Decano de nuestra Facultad y quien ofició de padrino del homenajeado, realizó algunas consideraciones del nombramiento.

“Venimos a hacer un reconocimiento a la trayectoria académica y política pero creo que es oportuno poner en evidencia la capacidad de haber realizado ese transito siempre difícil, siempre complejo, de haber puesto en dialogo los saberes académicos con la acción política y el compromiso con lo público. Ese es un desafío para todos los universitarios que siempre nos interpela”, expresó.

La coordinadora del Profesorado en Comunicación Educativa, Elizabeth Martínez de Aguirre, fue la encargada de subrayar las razones de la entrega: sus estudios sobre los alcances del constitucionalismo, la defensa de los derechos sociales y las dificultades que afrontan en la conformación de la sociedad actual; junto a sus internvenciones políticas que “ayudan a pensar la viabilidad de aquellas nuevas formas de sociabilidad y organización comunitaria que reclama nuestro presente”, son algunas de ellas.

Posteriormente a las palabras de la profesora, se procedió a la entrega del título y la medalla. El juramento de Pisarello estuvo a cargo de Bartolacci y el Rector de la Universidad Nacional de Rosario, Héctor Floriani.

En su conferencia, Pisarello habló del derecho a la ciudad, democracia y municipalismo.

“De la misma manera que siempre me he sentido vinculado a la Educación Pública como una herramienta de transformación social, siempre he pensado que el ámbito por excelencia de la transformación social, el laboratorio por excelencia de los grandes proyectos emancipatorios es el espacio territorial, es el espacio urbano, son las ciudades”, indicó.

El académico cerró su intervención contando que desde que llegó al país, junto a amigos y familiares no pararón de reflexionar sobre la felicidad. Y se preguntó: ¿la política debe ocuparse de la felicidad o la felicidad debe ser un asunto dejado a las cuestiones privadas?

“Yo no lo sé porque cada uno busca la felicidad a su manera y seria peligrosa una política que intenta imponer una forma de ser felices a toda las personas. Pero si creo que la política debe preocuparse de la infelicidad y de las causas evitables de la infelicidad que tienen que ver con las desigualdades, la pobreza y la existencia de enfermedades que se podrían evitar, pero que también tiene que ver con la soledad para nuestra gente mayor, para la gente aislada y angustiada de nuestras ciudades. Esto me parece uno de los grandes retos del municipalismo si quiere ser una promesa de transformación y emancipación”.