Ernesto Laclau: “Desde 2003 hay en el país una «guerra de posiciones» que están ganando las fuerzas del progreso”

El viernes pasado visitó nuestra Facultad el filósofo político Ernesto Laclau acompañado por su colega eslovena Jelica Šumič Riha, quienes presentaron el debate “Política y subjetividad. Perspectivas, proyecciones y desafíos actuales”.

La actividad, que contó con la participación especial de Pablo Barberis y Susana Frutos entre otros, se desarrolló en el aula 203 de nuestra Facultad.

La jornada comenzó con una mesa-debate con la cátedra de Análisis Político titulada “El pensamiento laclausiano”, coordinada por Cristina Díaz. Participaron los integrantes de la cátedra Emilio Lo Valvo, Marilé di Filippo, Julia Expósito y Ana Laura Pinto, conjuntamente con Ernesto Laclau.

El siguiente es el debate realizado, donde Laclau dio respuesta a algunos ensayos que los integrantes de la cátedra realizaron sobre su teoría desde distintas perspectivas:

En el marco de su visita también le realizamos una entrevista y nos dejó algunos de sus pensamientos que viene trabajando conceptualmente desde hace muchos años.

––Ud. señaló que para cualquier proyecto de cambio histórico es necesario construir nuevas instituciones. ¿Cuáles son estas instituciones para este contexto histórico-político en la Argentina?

––“En un sentido más general, diría que los contextos institucionales dependen de las fuerzas sociales que los mueven. Hay ciertas variables, sin embargo, que se aplican a los países latinoamericanos en su conjunto, incluidala Argentina.Estosson el hecho de que entre las fuerzas políticas y las nuevas fuerzas sociales emergentes hay momentos de desfasaje. En casi todos los países del área se ha dado una movilización de la protesta social de carácter nuevo. En Chile, por ejemplo, las movilizaciones estudiantiles están pasando a ser la caja de resonancia de una sociedad que estaba sumamente anquilosada desde el punto de vista político. Y enla Argentinadespués de 2001 hay una rápida expansión horizontal de la protesta social que no se traduce inmediatamente en una acción vertical sobre el sistema político. Yo creo que los nuevos contextos institucionales (y es difícil precisarlos más allá de estas líneas generales) deben consistir en poner juntos estos dos parámetros: las nuevas formas de acción colectiva y la transformación del orden institucional vigente. Como resultado de eso va a haber un nuevo equilibrio entre el institucionalismo y el momento populista de la ruptura que va a dar lugar a sistemas políticos bastante distintos de los que hemos conocido hasta ahora.

 

––Sin pedirle que haga futurología, ¿se imagina algunos modos nuevos de hacer política?

––Creo que, por ejemplo, los movimientos de la juventud son un fenómeno nuevo que se está dando en todos estos países y enla Argentinaestá muy claro que organizaciones como Libres y Organizados están movilizando a otra gente de una manera diferente de la que lo hacían las estructuras políticas tradicionales. Por otro lado, el movimiento sindical ya no es la masa monolítica que fue en los años de auge del peronismo, es una masa mucho más dispersa que también tiene que darse forma de democracia interna. Es decir, creo que tiene que haber una democracia de base en cada contexto alrededor de estos problemas específico que antes no eran vehiculizados en el campo de la arena política.

 

––Ud. habla de discursos emancipatorios. ¿La nueva ley de Medios podría entrar en el marco conceptual de esos discursos emancipatorios?

––Desde luego que sí. En una sociedad como la presente, en la cual los medios de difusión están pasando a tener un rol mucho más central que en el pasado en la estructuración de las voluntades políticas, es absolutamente central que el sistema de los medios sea realmente democrático, que no exista un proceso de monopolización de la información como el actual, dado el equilibrio de fuerzas que existe enla Argentina.Encualquier país del mundo mínimamente democrático se da una puesta en cuestión de los monopolios informativos. En Estados Unidos no es posible para una misma empresa ser dueña de un canal de televisión y ser dueña de un diario. En casi todos los países del continente se están dando modificaciones de las leyes de medios en esta dirección. En el caso dela Argentinaesto está llevando a una confrontación con el grupo monopólico más fuerte del país que es el Grupo Clarín.

 

––¿Se podrá aplicar la ley en su plenitud a partir del 7 de diciembre?

––Esperemos que sí. No veo por qué no. Si hay una decisión dela Cortefijando un plazo, hay una ley sancionada por el Congreso que es taxativa en sus formulaciones y están los mecanismos institucionales creados porla Afscay otros similares que permiten reglamentar y actuar en esa dirección. Por eso yo no veo por qué podría haber una nueva demora en el proceso.

 

––Volviendo a los nuevos escenarios y a las nuevas formas de hacer política y trasladándolo a esta tensión entre un monopolio y el Estado de derecho, ¿no se estarán corporizando nuevas formas de acción desde el monopolio para seguir la norma pero al mismo tiempo seguir manteniendo sus intereses?

––Ahí va a tener que haber un estudio muy minucioso para que no se burle la ley a través de mecanismos tales como la acción de testaferros. La función dela Afsca, dirigida por Martín Sabbatella, es justamente tratar de que la ley no sea violada a través de burlar por medios como los que Ud. menciona la acción de sus objetivos.

 

––La pregunta es si la democracia, como institución, tiene el suficiente peso como para doblegar a estos poderes económicos corporativos.

––Se trata de lo que Antonio Gramsci llamaba una “guerra de posiciones”. Evidentemente, en esa guerra de posiciones va a haber altibajos. Pero si nosotros vemos todo el proceso que se ha desarrollado a partir de 2003, esa guerra de posiciones se está ganando para las fuerzas del progreso.