Se realizó ayer por la tarde la entrega del título de Doctor Honoris Causa al historiador y escritor Osvaldo Bayer. La distinción fue propuesta por nuestra Facultad y la Cátedra del Agua, en reconocimiento a su compromiso y la defensa del Derecho al Agua.
En el acto, que se realizó en el aula Magna de la Facultad de Derecho, estuvieron presentes el Decano de nuestra Facultad, Lic. Franco Bartolacci, el Prof. Aníbal Faccendini, titular de la Cátedra del Agua y el Rector de la Universidad, Prof. Doctor Arquitecto Héctor Floriani.
El decano, quien fue padrino de esta distinción, manifestó el orgullo de poder impulsar este merecido reconocimiento a la trayectoria y el compromiso de Osvaldo Bayer. “Es su profunda convicción lo que nos motiva a celebrar hoy la coherencia, la valentía, y la tenacidad de Osvaldo”, agregó.
Por su parte, Anibal Faccendini agradeció a las unidades académicas que tomaron esta iniciativa y la labor imprescindible de Osvaldo Bayer en la lucha y participación por el Derecho Humano al Agua. “Osvaldo Bayer, nos acompañó continuamente con el derecho a jarras de agua gratuitas en bares y restaurants. Estuvo presente en muchas reuniones y presentaciones acerca de esta temática”, comentó Faccendini.
A continuación, tomó la palabra el Prof. Doctor Arquitecto Héctor Floriani, quien manifestó el significado que tiene esta tradición universitaria de designar a un pensador como Doctor Honoris Causa. Luego, el Rector Floriani procedió a la toma de juramento, entregando el diploma y la medalla de la Universidad Nacional de Rosario al distinguido.
Luego, a sala llena, Osvaldo Bayer agradeció por esta mención recordando a Rodolfo Walsh, “no puedo dejar de ofrecerle esto a los queridos amigos que se fueron muertos por la dictadura, con los desaparecidos, en especial, a Rodolfo Walsh”.
Bayer rememoró el último encuentro con el periodista, “cómo se hubiera puesto contento de ver un acto así, él sí que lo merecía. Recuerdo cuando los dos habíamos salido en la lista de la triple A, condenados a muerte. Nos encontramos en un café de la calle Corrientes. Yo le dije por qué no se iba, que su vida corría peligro. Dijo: «No. Yo me quedo, vamos a hacer la revolución.» Creía en la revolución, ¡cuánta ilusión!, ¡qué mentalidad, qué claridad de las cosas, cuánto sacrificio por un mundo mejor!”
Después de su emotivo recuerdo, comenzó su disertación magistral. Hizo mención al encuentro titulado “Donde hay agua, no hay pobreza” realizado en el Congreso de la Nación y destacó que todos los participantes tenían la misma inquietud “una actitud noble, fijar la vista en la pobreza, y en la falta de agua cada vez más amenazadora.”
Bayer, además, hizo alusión a los momentos que le tocó vivir en nuestro país. “Me voy a referir al entorno en que viví mis 88 años. Nací en 1927, y viví 13 dictaduras, una peor que la otra. Recuerdo aquellos años, la peor de todas fue la de desaparición de personas. Horrible. Pocas veces en el mundo se vio algo así, la desaparición de personas. Se secuestraba al prisionero y se lo hacía desaparecer y nadie sabía nada. Se robaron a los niños, se mató a las madres. Fue la peor de las dictaduras que yo pasé”, confesó.
Al finalizar, tras fuertes aplausos, añadió: «Hay que democratizar la democracia, cada vez más. Mientras haya villas miserias no habrá verdadera democracia, mientras haya niños con hambre no habrá verdadera democracia, tenemos que luchar por esa verdadera democracia”.
Con estas palabras culminó el acto de entrega de Honoris Causa, un acto en el que prevaleció lo emotivo y la nostalgia frente a la trayectoria de este pensador que, desde su rol, contribuyó y lo seguirá haciendo, a la defensa de los Derechos Humanos.