La primavera árabe y el movimiento social islámico

El doctor Zidane Zeraoui el Awad, un especialista en los procesos de cambio que se están produciendo en el mundo árabe, disertó en nuestra facultad y dialogó sobre una cuestión en pleno desarrollo.

El pasado lunes 18 de junio, invitado porla Escuela de Relaciones Internacionales, disertó en nuestra facultad Zidane Zeraoui el Awad, licenciado en Comunicación por la Universidad de Argel (Argelia) y master y doctor en Ciencia Política por la Universidad NacionalAutónoma de México (Unam), sobre “La primavera árabe: ¿una revolución truncada?”.

La conferencia de quien imparte los cursos de Introducción ala Política Internacional, Teoría de las Relaciones Internacionales y Escenario Regional del Medio Oriente de la Unam fue organizada por el Instituto Rosario de Estudios del Mundo Árabe e Islámico (Iremai), y se realizó a las 10 en el aula 304.

Antes de su disertación, el doctor Zeraoui, autor de varias publicaciones nacionales e internacionales, analizó el proceso de alzamientos y revoluciones que se sucedieron entre 2010 y 2012 en el mundo árabe y señaló: “Estos cambios responden a muchísimos factores. Entre ellos, podemos mencionar la crisis económica que ha golpeado a los pueblos, el gran desempleo (sobre todo a nivel de los profesionales) y hay también una importante crisis de legitimidad, ya que los gobiernos de estos países se eternizaron en el poder. Todos estos factores fueron minando la legitimidad de los regímenes que han dominado durante 10, 20 y hasta 40 años a esos países. La chispa que produjo ese desmoronamiento fue la inmolación del joven Mohamed Bouazizi, en diciembre de 2010 en Túnez”.

El docente, que fue director de la carrera de Relaciones Internacionales enla Universidad Iberoamericana(1987-88) y actualmente es el director del Departamento de Relaciones Internacionales del ITESM Campus Monterrey (desde 1997) agregó: “Hasta el día de hoy siguen las repercusiones regionales de ese proceso. Ya han caído cuatro regímenes autoritarios y un quinto, Egipto, que está tambaleando”.

Consultado sobre las repercusiones a nivel internacional de esta “primavera árabe”, el especialista detalló: “En primer lugar, el aumento del precio del petróleo, que se disparó a niveles de 2008 (de 36 dólares el barril a más de 100 dólares el crudo Brent, que se extrae del Mar del Norte). Pero también se disparó el precio del oro. Frente a la crisis financiera de Estados Unidos, que ha debilitado el dólar, y la crisis financiera de Europa, que ha debilitado el euro, el valor más seguro hoy es el oro, que llegó hasta niveles como los de septiembre de 2011, cuando la onza cotizó a más de 1.900 dólares (hoy está estabilizado en unos 1.600 dólares la onza). Si tenemos en cuenta que hace 40 años la onza de oro valía sólo 35 dólares veremos que los actuales son valores altísimos”.

El autor de “De Fukuyama a Huntington: una crítica al eurocentrismo”, subrayó: “En términos políticos, la caída de los regímenes árabes ha debilitado en gran medida a Israel en la región, porque Israel era el único país que se presentaba como democrático en Medio Oriente y actualmente están surgiendo gobiernos árabes democráticos que están cuestionando no la democracia israelí, sino la relación de Israel con sus vecinos y en particular la relación de Israel con el pueblo palestino. Y a nivel global lo que es importante es que hay una redefinición de los poderes. Los regímenes que tradicionalmente apoyaban a la política norteamericana u occidental en la región se desmoronan: Zine el Abidine Ben Ali en Túnez, Hosni Mubarak en Egipto, e incluso monarquías como la de Mohamed VI en Marruecos tuvieron que revisar su posición”.

El doctor Zeraoui también consideró que como efecto de estos procesos “actualmente, la relación del mundo árabe con el mundo occidental está cambiando”. “Los interlocutores de Occidente ya no son aquellos regímenes autoritarios y esto implica que muchos elementos van a cambiar, como las políticas energéticas, las comunicaciones, las cuestiones culturales. Hay nuevos gobiernos que quieren ser más autóctonos, que quieren rescatar los valores más locales, en especial los valores islámicos, sin ser gobiernos fundamentalistas”, reflexionó.

Consultado sobre el rol que jugaron las redes sociales en estos procesos, Zeraoui sostuvo: “Aunque el estallido de la primavera árabe se produjo por razones políticas y económicas, lo que facilitó la difusión de estos procesos fueron las redes sociales y los celulares, que generaron una mayor interconexión. Por citar un ejemplo, Argelia con una población de 35 millones de personas, tenía en 2001 sólo un millón de teléfonos, en los últimos 10 años 16 millones de argelinos pasaron a tener celulares, lo que quiere decir que hoy casi la mitad de la población está interconectada. Y esto fue importante porque redes sociales como facebook o twitter a través de los celulares han permitido movilizar mucho más a los manifestantes. Tampoco debemos olvidar que la generación de menos de 25 años ha crecido con estas redes sociales. Es una generación que maneja perfectamente estas redes en países en los cuales la generación de menos de 25 años representa el 40 o 50 por ciento de la población. Esto es importante para ver la rapidez con la que se propagaron las manifestaciones y el rol que la juventud ha jugado en ellas”.

Finalmente, preguntado sobre el futuro de la región, el doctor Zeraoui expresó: “El futuro es complejo porque hay países donde difícilmente se consolide la democracia, por razones estructurales, por razones de fuertes divisiones tribales. Es el caso de Libia, por ejemplo, un país que está asentado sobre una división tribal que posiblemente determine en el futuro una división del país. Otro país que tiene la misma problemática es Yemen, sumamente dividido entre las comunidades religiosas y los grupos tribales. Sin embargo, en casos como los de Marruecos, Egipto y Túnez, países más estables con mayor tradición, allí sí la democracia funcionó y hubo elecciones, aunque llama la atención que son los partidos religiosos los que ganaron los comicios. Eso es muy interesante porque estamos ante lo que yo denomino un movimiento social islámico, no fundamentalista como en el pasado. Se trata de partidos que si bien tienen una esencia islámica también aceptan el juego de la democracia y el multipartidismo. Y esto es un gran cambio para esta región que hasta ahora había sido dominada por regímenes autoritarios”.

El Dr. Zeraoui es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI-Conacyt). Sus más recientes publicaciones incluyen un estudio sobre “De Fukuyama a Huntington: una crítica al eurocentrismo”, editada por el Itesm, “Globalismo y regionalismo” publicado porla Revistade Estudios de Costa Rica. Sus más recientes libros son: “Islam y política”, Editorial Trillas (Primera edición, 1997, segunda edición 2000), “México: los proyectos de su modernidad”, Editorial Trillas (1999) y “Modernismo y posmodernismo. La crisis de paradigmas y valores”, Ed. Limusa, 2000.