“Los datos abiertos son el instrumento que permite democratizar la educación”

En la mesa redonda titulada “Big Data y datos abiertos colaborativos urbanos: Nuevos actores y modalidades de co-creación de agendas democráticas”, los expositores Javier Surazky, Natalia Carfi (via video), Veronica Xhardez y Virginia Brussa dieron su postura acerca del uso de datos abiertos en América Latina. 

La primera en abrir la exposición fue Carfi, vicedirectora de la Carta Internacional de Datos Abiertos. En su videoconferencia, la disertante realizó un recorrido por toda la historia del proyecto, contando el por qué de su realización y sus ventajas, y aclaró qué:

“Nos juntamos expertos en datos abiertos para ver cómo podían hacer los gobiernos para realizar una transparencia de datos y avanzar con políticas anticorrupción. Tenemos que empezar a utilizar la llamada Big Data como recursos naturales para resolver problemas”.

Por su parte, Surazky, explicó la realidad actual de los datos abiertos y su elaboración.

«En este marco de cambios en el paradigma que viene desde el año 2015 en los debates internacionales respecto de qué es lo que hay que hacer para promover el desarrollo mundial, líderes de distintos países se comprometieron ante las Naciones Unidas con la agenda 2030 (un plan global para la erradicación de la pobreza, la lucha contra el cambio climático y la reducción de las desigualdades) sobre el desarrollo sostenible” aseguró. Además, agregó que esta agenda está compuesta por 17 objetivos globales, 160 metas y 230 indicadores, que guiarán nuestros países hacia lo que se llama desarrollo sustentable.

La última en dar su palabra fue Xhardez, quien habló de las ODS (objetivos de desarrollo sostenible) y su uso en el área de salud en nuestro país:

“Uno de los retos en América Latina, la región más desigual del mundo, es la obtención, sistematización, apertura y uso de datos para su implementación y monitoreo.”

Finalmente, Surazky se sumó al debate por la educación pública y su crítico momento:

“A 100 años de la reforma, lo que necesitamos es lo que se buscaba ya hace 100 años atrás, necesitamos ser una universidad fuerte, comprometida con la sociedad”. Además resaltó que “estos encuentros han sido y siguen siendo esenciales, son espacios donde podemos darnos el lujo y el placer de intercambios directos entre nosotros, ser críticos, revalorizar el lugar del conocimiento y la discusión como generadora de conocimientos e intercambiar saberes en un marco que se está volviendo cada vez más estrecho para cualquiera de esos procesos”.

Por: Tomás Galicchio, Facundo Durán y Brian Romero