El lunes 12 de mayo se realizó en nuestra Facultad el seminario “La prensa y los juicios de lesa humanidad”. El mismo estuvo a cargo de Juane Basso, periodista de El Eslabón, Gabriela Durruty y Jesica Pellegrini, abogadas querellantes de los juicios llevados a cabo en la ciudad de Rosario.
Basso comenzó contando cómo y por qué nace El Eslabón. “Surge por un grupo de compañeros de la facultad que nos planteábamos qué hacer con lo que estábamos aprendiendo, con lo que queríamos y lo que nos interesaba hacer” dice y continua, “necesitábamos un lugar donde publicar el periodismo que nos parecía que hacía falta”. También comentó que notaban que los medios de comunicación estaban agrupados en dos grandes grupos (Grupo UNO y Televisión Litoral) y de esta manera se favorecía a un recorte de la realidad”.
“Así, en 1999 se crea El Eslabón para, sobre todo, dar cuenta de la lucha para que se lleven a cabo los juicios a los represores de la última dictadura en Argentina”. En tanto, en agosto de 2009 comienza el primer juicio por delitos de lesa humanidad en Rosario y Basso comentó que desde El Eslabón, como grupo editorial y viendo que comienza surgir mucha información nueva que les interesaba publicar, a inicios de 2010 comienza a salir en edición impresa, para informar sobre los juicios llevados a cabo en Rosario y en el resto del país.
Luego, tomó la palabra la abogada Gabriela Durruty y contó el rol que cumplió la prensa durante la dictadura, cómo se instaló en los medios la idea del pre golpe, y cómo se creaba la idea del enemigo a modo de justificar los que sucedía en esa época. Sobre la prensa en la dictadura, Gabriela relató que “la prensa publicaba con puntos y comas, sin cuestionar, los partes que emitía el segundo cuerpo de ejército que era la versión oficial”. Pero, luego hizo dar cuenta de que, de la misma manera en que hace 30 años los medios retransmitían los partes del Segundo Cuerpo, en la actualidad, en la sección de policiales de los medios hegemónicos, también se reproduce el parte policial para contar un hecho policial.
Jesica Pellegrini, comenzó hablando de la lucha por llamar genocidio a los hechos ocurridos durante la dictadura. “Los delitos de lesa humanidad son ataques indiscriminados sobre la población civil por parte del Estado. El genocidio es un ataque direccionado sobre un sector de la población. Acá hubo un ataque perfectamente dirigido hacia un sector de la población: estudiantes universitarios, militantes, obreros, un grupo de personas que intentaba cambiar la realidad de aquel momento” explicó la abogada y continuó “la prensa reproducía sin ningún tipo de cuestionamiento y así se iba construyendo la imagen de un delincuente subversivo que iba quedando en el imaginario social. Se fue creando una figura para justificar el modelo que se estaba implementando”. Jesica coincide con su compañera Gabriela al decir que el rol de la prensa fue fundamental para crear la idea de necesidad del golpe y luego para justificarla, además agregó que con la llegada de la democracia, la prensa trajo la idea de los dos demonios diciendo que había responsabilidad de la generación diezmada.
Por otro lado, ambas también coinciden en la importancia de la cobertura sobre los juicios en la actualidad para amplificar los testimonios. “Hay muchos sobrevivientes que cerraron su historia y no quieren dar testimonio, pero luego de leer una nota en el diario se acercan a dar testimonios y aportar más pruebas”, declaró Pellegrini y finalizó “Los medios de comunicación son muy importantes para la construcción de la memoria”.
Al final del seminario, se reflexionó sobre la necesidad de tener una postura crítica frente a los medios, de pensar y reflexionar, como futuros comunicadores, sobre cuáles son las noticias que nos interesan transmitir. Los medios construyen imaginarios sociales, debemos ser conscientes de eso y a partir de ahí, decidir que nos interesa informar, a que vamos a llamar notica. Si se encuentra un nieto ¿publicamos la noticia o esperamos que sea un número redondo y mientras tanto contamos cada detalle sobre la pelea entre Jorge Rial y Mariana Antoniale.
Nota escrita por Sofía Cobos.