En una actividad organizada por el Programa PEGUES se realizó la presentación del libro sobre las Tramas de la desigualdad. Estela Grassi, una de sus coordinadoras y autora de gran trayectoria leída en nuestra carrera de Trabajo Social; junto a Eliana Lijterman, el lado joven de un gran equipo de investigación que dio vida a la obra, analizaron los últimos años de nuestro país en comparación con las políticas neoliberales de décadas atrás.
El libro que se presentó en la tarde de ayer y a sala llena en el Instituto de Investigaciones de la Facultad, es la síntesis de una investigación de varios años coordinada por Estela Grassi y Susana Hintze. Para quien ofició como presentadora del evento, Melisa Campana, referente del Programa de Estudios sobre Gubernamentalidad y Estado (PEGUES), en la Argentina y la región se vive el cliché de considerar la situación actual como una reedición de lo que se vivía en los años 90. “Esto no es así, es un mal diagnostico que tiene particularidades y novedades diferentes y que hay que poder descifrar y caracterizar mejor para interpretarlo de otro modo, este libro creo yo es un gran aporte en ese sentido”, finalizó dándole la palabra a las invitadas.
Estela Grassi que es Profesora de la Facultad de Ciencias sociales de la UBA y una de las autoras más leídas en nuestra carrera de Trabajo Social y en las de todo el país, se mostraba sorprendida por no saber que normalmente el CUR donde se encuentra la Facultad recibe el nombre de «La Siberia». Pero lo que sí tiene muy en claro es el trabajo que realizó en los últimos años y que contiene la obra que había venido a presentar. Así, en seguida respondió a la pregunta de Campana:
“Los procesos históricos nunca se repiten igual, a lo primero que asistimos es a un reverdecer de una contraposición histórico o maneras de ver y concebir la vida social, la economía, etc y que atraviesa de alguna manera nuestra historia como nación (…) Es necesario entender las particularidades de lo que se formalizó en 2015 pero que no se invento ahí sino que viene siendo parte de un proceso que nosotros llamamos el desbloqueo de la sociedad neoliberal porque en realidad lo que se genera son ciertas condiciones para que un sentido común mas individualista se manifieste y tome una forma institucional, dé lugar a una política o permita un nuevo estado y una política de intervención del estado en sí mismo y en su propias instituciones”.
En el diálogo que las invitadas sostuvieron con la Secretaría de Comunicación de la Fcpolit, indicaron aquellas particularidades que hoy suceden tan distintas a los 90. Para Estela, una de ellas tiene que ver con la asistencia.
“Si algo caracterizó a los años 90 fue una política de reenvió a las llamadas instituciones de la sociedad civil de las intervenciones asistenciales y eso no sucede en este momento, más bien el estado ha asumido la política de asistencia (…) llamativamente en un momento en que buena parte de que los funcionarios tienen muy poca experiencia de lo que es el Estado”, explicó al respecto.
Muy de la mano, para la investigadora del Instituto Germani, otra de las diferencias es “claramente política”. Citando algunos discursos que hoy por hoy se escuchan en el campo político del país, como “así son las cosas” o “este es el camino” reflexionó:
“En los 90 la política había dado lugar a un espacio de lo técnico, los que leían y sabían de la realidad y la economía, eran economistas expertos, economistas que conocían de economía (…) este es un momento en el que a la inversa no importa saber, es decir, nadie te da una versión de la realidad fundamentada en datos sino que es una especie de creencia religiosa, se trata de una versión religiosa del mundo, carece de importancia darle algún fundamento a eso que se sostiene, es cuestión de creer (…) Se trata de no hablar de política”.
La Doctoranda Eliana Lijterman, miembro del equipo de investigación que trabajó en el libro, aprovechó para intervenir: “Es un estilo de política que cobra lugar a partir de la confrontación con el estilo de la política más clásica y de la forma del estadista”. Del mismo modo Estela agregó: “El político clásico era el estadista, el que sabe un poco de todo, ahora no, es el que le dice “preguntale a él que es el que sabe”, el conductor no responde a la pregunta”.
El libro en el que trabajaron juntas recibe el nombre de “Tramas de la desigualdad. Las políticas y el bienestar en disputa” y en referencia a la actual presencia de la desigualdad como eje o tópico presente en el rol de los estados, Lijterman opinó:
“En Argentina con el gobierno actual no aparece como término lo cual no implica que esté cancelada en la controversia política. Al contrario, al tiempo que en el discurso estatal no está presente, en la polémica del campo político, sí”.
Agregando a esa idea, Estela finalizó:
“Donde no está presente es en la ideología que desconoce la existencia de la sociedad, no está presente porque la sociedad no existe, si no existe y es solo el mercado, no tiene sentido el termino desigualdad, de hecho fue uno de los primeros términos que desapareció del lenguaje político desde 2016”.