Nicolás Aguiar, estudiante de quinto año de la carrera de relaciones de nuestra Facultad, fue seleccionado de entre miles de universitarios de toda Latinoamérica y participó del programa de formación impartido por la Fundación Botín. A continuación todo sobre su experiencia.
Desde el año 2010, la Fundación Botín comenzó con el “Programa para el Fortalecimiento de la Función Pública en América Latina” para formar a universitarios y ayudarles a crear y potenciar una red de servidores públicos comprometidos con la sociedad.
En la octava edición se postularon 5700 estudiantes de toda Latinoamérica de 450 Universidades distintas. Fueron preseleccionados 1000, a 100 de esas personas se les realizó una entrevista, y de ahí salieron los 32 participantes del programa. Solo 4 eran argentinos y dentro de ellos: Nicolás Aguiar, estudiante de quinto año de la Licenciatura en Relaciones Internacionales de nuestra Facultad.
Como parte del programa, recibió capacitación en Río de Janeiro, Brasil; y Santander, Salamanca y Madrid en España. Los recuerdos de esos días lo llevan a pensar: “lo que más me gusto del programa es que es un programa muy integral, no solo tenes clases sentado en una silla escuchando a un profesor sino que hay de todo tipo de actividades”.
En este sentido tomó clases de creatividad, inteligencia emocional y otras sobre peligros de armas bacteriológicas, realizó un trayecto a pie de más de 50 km con sus compañeros y actividades rurales. “Uno se pregunta que tendrá que ver esto con el fortalecimiento del servicio publico, pero eran trabajos en equipos en donde se ve también la flexibilidad de la persona de poder hacer lo que sea que haya que hacer, ponerse a trabajar no importa qué y también sensibilizar con las comunidades rurales que tienen un estilo de vida completamente distinto al nuestro con el que a veces no estamos acostumbrados ni familiarizados”, expresa sobre aquellas experiencias.
No obstante, el programa comprende muchísimas actividades de formación en Institutos y Universidades con docentes y profesionales destacados. A la par del montón de clases a las que asistía tuvo que hacer de forma paralela dos proyectos.
Por un lado el “torneo de debate”, que consistía en investigar por grupos posturas a favor y en contra sobre la temática de implementación del voto electrónico a distancia y su impacto en las democracias. Investigaba ambas porque era en el momento del debate que se asignaba la postura a tomar. Los ritmos eran intensivos: “Eso nos llevaba muchísimo tiempo, porque uno volvía de clases quizás a las 9 de la noche y uno se tenía que poner a investigar y reunirse en equipo a practicar hasta altas horas y al otro día uno levantarse a las 7 de la mañana y así sucesivamente”.
Por otro lado estaba el “torneo de proyectos de innovación” a lo que definió como “lo principal para la Fundación Botín”. Con docentes especialistas en proyectos de innovación en el sector público, aprendió como innovar en el gobierno con la realización de un proyecto redactado “súper profesional” que le llevó largas noches madrileñas. Nicolás tuvo la “suerte y satisfacción” de ganar junto a sus equipos, ambos torneos.
Una de las cosas que más le gustó fue compartir esa experiencia con otros 31 jóvenes de toda Latinoamérica y tener amigos ahora en esos países. Los casi 2 meses que abarcó las actividades de la beca resultaron muy enriquecedor para el estudiante: “aprendí que el servicio público es algo muy interesante que está muy estigmatizado y que no suele verse muy bien. Pero uno si se pone a pensar, si tiene ciertas herramientas o ciertos conocimientos o habilidades que puedan aportar al servicio público». Al respecto, Aguiar reflexiona: “estaría bueno poder cambiar algo aunque sea pequeño y que mejore la vida de alguien ¿por qué guardarse las herramientas para uno si puede usarlas para mejorar las comunidades en donde uno vive?».