Fue aprobado por unanimidad en Consejo Superior el Protocolo de género y plan de acción para prevenir e impedir todo tipo de situaciones de violencia hacia el interior de la UNR. La letra de lo aprobado recoge las experiencias de antecedentes implementados en algunas unidades académicas como es el caso de nuestra Facultad con procedimientos vigentes desde el 2014.
El día de ayer en una sesión multitudinaria e histórica se aprobó la nueva normativa integral que permitirá abordar en toda la Universidad Nacional de Rosario la violencia de género. El Protocolo de género y el plan de acción es un conjunto de políticas institucionales contundente concretada por el esfuerzo y compromiso de las distintas unidades académicas, organizaciones estudiantiles, gremiales y representantes de distintos núcleos de género.
En referencia a los aportes de este Protocolo y plan de acción, nuestro decano, Franco Bartolacci, expresó:
«Nos da a todos los universitarios, dos herramientas muy importantes. Por un lado, el Protocolo, que específicamente es un dispositivo herramienta para poder canalizar de manera institucional cada una de las violencias que pudieran presentarse en cualquiera de las unidades académicas de la UNR. Por otro lado, el plan de acción, que creo es tanto o mas relevante que el protocolo que específicamente establece determinadas políticas orientadas a impedir que este tipo de situaciones puedan provocarse al interior de nuestra Universidad».
La reciente ordenanza es una muy enriquecida por el trabajo comprometido de los últimos años. El espíritu y la letra de lo aprobado ayer en Consejo Superior recoge lo sucedido y la experiencia de los protocolos ya implementados en algunas unidades académicas. Este es el caso de nuestra Facultad que en el año 2014 aprobó procedimientos para atender las situaciones de violencia y discriminación basadas en el género o elección sexual que ocurran en el marco de las relaciones laborales y pedagógicas desarrolladas en nuestra casa de estudios.
Todos los presentes de la sesión de ayer en Sede de Gobierno para aprobar el Protocolo adhirieron a la nueva legislación y se comprometieron a seguir trabajando conjuntamente. Para facilitar su articulación se conformará un equipo interdisciplinario integrado por responsables de los espacios de atención de situaciones de violencia de cada Unidad Académica y de la Universidad, y los mismos realizarán informes conjuntos para su monitoreo y correcta implementación.
Desde la Facultad celebramos este paso tan importante que cuenta con el apoyo unánime de todos los actores implicados. En el actual contexto de lucha por los derechos de las mujeres, es también responsabilidad de la Universidad Pública abrir el debate a estos temas y dar una respuesta concreta en contra de la discriminación y violencia sexista.