Cuando el milagro no basta: una mirada desde la Fcpolit sobre la actualidad chilena

La Directora de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Facultad, Sabrina Benedetto, dialogó con la Secretaría de Comunicación sobre la realidad que atraviesa el pueblo chileno. Abordó los motivos de la crisis, el rol de los jóvenes, sus reclamos y a su vez analizó el Sistema Internacional Latinoamericano en torno a la cuestión.

En las calles y plazas de Chile se viven momentos de violencia y tensión. Ante las manifestaciones del pueblo, el gobierno ordenó la salida de las fuerzas militares y el toque de queda. Las imágenes que llegan a través de la televisión y los medios sociales pueden dejar fácilmente conmocionado a cualquiera.

¿Cómo llegamos a una Chile de protestas masivas, denuncias de violaciones a los derechos humanos, piedrazos, fuego, cacerolas y carabineros? Como no nos sentimos ajenos a la realidad que sufre el país hermano, desde la Fcpolit intentamos comprender que es lo que ocurre. Así, la Directora de la Escuela de Relaciones Internacionales y profesora de la cátedra Problemática de las Relaciones Internacionales, Mg. Sabrina Benedetto, analizó el por qué de la actual situación.


¿Crecimiento? «El milagro» en jaque

Para Benedetto la situación de Chile marca algo muy sintomático que está ocurriendo en el Sistema Internacional, sobre todo con los países que se denominan «no desarrollados». «Chile es la clara manifestación de un modelo económico que viene desde la salida del gobierno de Pinochet, donde Chile apostó al crecimiento. Ese crecimiento, en versiones antiguas, estaba asociado al concepto de desarrollo. Con el tiempo en los organismos multilaterales se fue debatiendo el concepto de desarrollo y actualmente el mismo ya no está asociado a esa idea de crecimiento económico si no que es una idea asociada a los ciudadanos», comenzó.

La internacionalista sostuvo que el cambio conceptual entorno a la idea de desarrollo es muy fuerte. «Tanto cambió el concepto de desarrollo que el que nosotros utilizamos hoy es el de desarrollo humano que pone en el eje de la discusión a las personas. Y eso habla de que no alcanza solo medir el crecimiento de una economía para marcar si ese país es o no desarrollado, si no que hay que verificar algunos otros indicadores que marcan cuanto de ese crecimiento económico que se tiene es distribuido entre toda la población de un país», explicó.

Para Benedetto el modelo económico de Chile quedó muy asociado a la idea de un desarrollo vinculado al crecimiento económico, recordando que en torno a él se ha hablado del «milagro chileno» y de un modelo a seguir. «Con la salida del gobierno de Pinochet la clase dirigente tuvo un país altamente militarizado, tanto en lo territorial como en lo político y en lo institucional, y en un primer momento la única manera de poder ir a a un nuevo modelo económico fue negociar ciertos aspectos con esos sectores militares que habían detentado el poder hasta ese momento», indicó. Sin embargo sostuvo: «30 años después podemos ver que en Chile ese modelo económico prácticamente no ha sufrido modificaciones en su esencia. Quedaron imbricados en un modelo de desarrollo asociado a crecimiento, de ahí que se diga que es un modelo exitoso porque crece, pero no es exitoso en tanto y en cuanto ese crecimiento no se distribuye entre toda la población«.

De esta forma, el beneficio de ese crecimiento no alcanzaría a todos los sectores de la sociedad. «De hecho en Chile tenemos estadísticas que nos dicen que el 1% más rico de la población chilena tiene o se apodera del 26,5 del PBI y el 50% más pobre de la población, alcanza a apoderarse del 2,1 del PBI, esto marca una brecha en términos de desarrollo humano muy muy alta», reforzó la Directora, sosteniendo que los reclamos que se dan hoy en el país vecino surgen tras esta inequidad existente.

El cierre de la idea de la Directora, llegó con un remate contundente: «A esto hay que sumarle un gobierno con medidas poco atinadas de Piñera que ante los primeros reclamos lo que hace es salir con las milicias, con los carabineros, salir a reprimir, a contener esto. Y no es por donde pasa esto. Las primeras manifestaciones fueron pacificas y después de la aparición de los carabineros en las principales arterias donde se estaban manifestando y plazas, eso genero violencia». «Después de haber declarado el toque de queda, Piñera trató de solucionar esto lanzando medidas sociales, pero ya fue tarde porque la gente no se conforma con eso, la gente quiere una verdadera redistribución del ingreso», finalizó.


El rol de los jóvenes y el papel de las redes sociales

En Chile, los principales actores que impulsan adelante el reclamo son los y las jóvenes. Para Benedetto, son específicamente los llamados «Centennials» y son ellos por razones particulares. «Son ellos porque no tienen en la memoria, como tuvieron otras generaciones, el proceso militar. Entonces ellos pueden despegar de esa idea de que -esto es mejor que lo de antes-. Ellos están pidiendo mejoras en la distribución del ingreso, ellos ven a sus padres endeudados para mandarlos a la Universidad, ellos ven endeudados a sus padres para poder tener un nivel de vida determinados y ellos están diciendo basta».

Además, se hace importante entender el papel que juegan las redes sociales en esta actualidad chilena. Donde para Benedetto, estas podrían desbaratar la idea, sostenida por algunos sectores chilenos en contra de las manifestaciones, de que lo que sucede «fue organizado». «No es que hubo un líder. De hecho el problema que tiene el gobierno chileno es que no hay una asociación, un movimiento social con quien dialogar, no tienen interlocutores, ¿pero porque? No tiene que ver con la organización, la organización pasa por las redes sociales, la gente se organiza de otra manera, y eso es sintomático, eso habla de un nuevo mundo. Un mundo donde la globalización con todo lo que eso significa en términos económicos, políticos, sociales, culturales y tecnológicos, está poniendo un condimento que antes no se veía en este tipo de manifestaciones, que es la conexión que tiene la gente, más allá de que no haya un líder detrás del cual ellos van o de un líder que les marca que hacer, son ellos mismos que se están organizando. No son vándalos organizados, son ciudadanos comunes que lo que hacen es conectarse y organizarse en una nueva era tecnológica y eso hay que comprenderlo» explicó.


Análisis Internacional Latinoamericano

Podemos ver como el síntoma chileno señalado se puede reflejar a nivel latinoamericano, donde en el último tiempo se han multiplicado las manifestaciones y se ponen en jaque la legitimidad de los gobiernos. Sabrina Benedetto sostiene qué lo que evidentemente Latinoamérica está discutiendo es el modelo de desarrollo. «En Argentina venimos de un período de no crecimiento, pero el resto de los países de Latinoamérica ha crecido en la ultima década y la ciudadanía está reclamando un modelo de desarrollo donde el eje fundamental sea el ser humano y no la economía. Crecer no es suficiente, hay desarrollo humano en tanto y en cuanto el crecimiento de una economía nacional pueda ser redistribuido entre todos los sectores y no mediante dádivas, si no mediante creación de empleo, mayor participación, mejor salud, mejor educación, seguridad y sin violencia a los derechos de los ciudadanos», indicó.


Posicionamiento: FCPOLIT-UNR sobre Chile

La Universidad Nacional de Rosario y la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales se postulan como casas de estudio populares, feministas y reformistas. Próximamente se cumplirán 70 años del decreto de acceso a la gratuidad universitaria ¿Qué posición toman frente a los sucesos que ocurren en Chile?

Consultada al respecto y en su rol de Directora de la Escuela de RRII, Bendetto expresó: «La declaración de los y las Decanas de la UNR y del Rector que salió esta semana deja en claro cual es nuestra posición. Alta solidaridad con el pueblo chileno, un repudio a la violación de los derechos humanos y una disposición a poder trabajar con distintos actores de Chile para ver que se puede hacer para mejorar la educación en Chile que hoy es uno de los detonantes de esta crisis».