Oscar Oszlak es uno de los politólogos e intelectuales argentinos más destacados de América Latina, con una enorme repercusión internacional en el campo de los estudios sobre ‘’Estado, administración y políticas públicas’’.
En el marco del XV Congreso Nacional y VIII Internacional sobre Democracia, desarrollado en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales – UNR, dialogamos en exclusiva con él, desviándonos un poco de la teoría política e introduciéndonos más en su experiencias personales cercanas al evento.
¿Qué siente al estar aquí presente? ¿Qué es lo que hace diferente este Congreso de otros eventos?
Para mí es un lugar de reencuentro, es como si estuviera en mi casa. He estado presente en alrededor de trece de las quince ediciones que se vienen realizando del Congreso sobre Democracia. Venir aquí, y ver estas nuevas construcciones (aulario) para mi siempre es muy grato.
Usted ha tenido una gran trayectoria en cuanto a formaciones universitarias, desde la Universidad de Buenos Aires, hasta por ejemplo la Universidad de Harvard.
Así es, he estado en 75 países en el mundo, pero lo sorprendente es que, al venir aquí, tengo reencuentros muy agradables. Por ejemplo, hace instantes acabo de saludar a amigos con los que he estudiado 50 años atrás en la Universidad de California, es increíble.
¿Qué sensaciones le surgen al encontrarse con estudiantes que leen sus obras?
Me entusiasma la oportunidad de dirigirme a generaciones jóvenes, eso es algo que también destaco mucho de este evento. Este Congreso tiene ese tipo de anécdotas, de experiencias, que son las que uno más recuerda y se lleva.
¿Algún consejo para los futuros profesionales que se están formando aquí en la Universidad?
Podría dar un consejo… Si se van a dedicar a la investigación, piensen
permanentemente en sus lectores. Cada persona que escribe en relación a alguna disciplina científica en realidad compite con muchas otras personas que son leídas por la audiencia a la que uno quiere llegar. Entonces, ese lector imaginario tiene que estar presente al momento de redactar. Uno tiene que tratar de enviarle un mensaje que sea consistente, novedoso, que plantee una argumentación que vaya progresando.
Progresando en el sentido de plantear un tema, luego explicarlo, desarrollarlo y que, finalmente, llegue a una conclusión. Pero que todo ese proceso, que conlleva de mucho esfuerzo y tiempo, sea concretado de manera ordenada, donde haya una secuencia lógica en su desarrollo. Eso va a hacer que la gente lo aprecie.
Otro punto extremadamente importante que quiero dejar en claro es que la persona que está realizando este trabajo no debe decaer y, sobre todo, no debe resignar la calidad de su producción, porque como así uno a lo largo de años se puede hacer una cierta fama en determinada disciplina, la misma se puede terminar repentinamente con una mala obra.
Instancias como esta, donde uno expone y se expone, implica una situación de tensión y actuación, donde hay que hacer gala de recursos argumentativos y expositivos para hacer llegar su mensaje. Hay que ser rigurosos, en una palabra.
Por Tatiana Gangge
Comité de Prensa Estudiantil del Congreso sobre Democracia.