Souto: «El mercado ilegal de drogas sólo genera más violencia»

Se llevó a cabo un panel sobre narcotráfico. Las exposiciones estuvieron a cargo de Marcelo Saín, Profesor e investigador de la Universidad Nacional de Quilmes y ex jefe de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y Mariana Souto Zabaleta, Doctora en Ciencias Sociales y especialista en políticas de drogas.

Saín fue muy contundente en cuanto a la clase política: “A los políticos no les preocupa la problemática criminal, sino que gestionan opinión pública”. “Dejan funcionar dispositivos ilegales siempre y cuando no generen escándalos políticos”, añadió, y destacó que la militarización del problema de la droga no empezó con Mauricio Macri sino cuando Milani fue Jefe del Ejército. “Los prejuicios se reactivaron ahora pero cuando Milani desplegó el ejército en el norte hubo mucho silencio”, expresó Marcelo Saín, y agregó: “Las políticas macristas y kirchneristas sobre droga son muy similares”.

Por su parte, Mariana Souza hizo referencia a los mitos y creencias alrededor del consumo de drogas pero que no tienen sustento empírico. “Muchas veces los gobiernos toman datos que encuentran y los utilizan para sobredimensionar un tema”, explicó y dijo que “con los datos distorsionados no podemos visibilizar los verdaderos motivos de esta problemática”. Además, hizo referencia a la obsesión de los gobiernos por emparejar el problema de las drogas con la fronteras del país mientras que muchos provienen del mercado interno.

Sobre el final del simposio hizo también alusión a la situación de Uruguay: “A mí me pone muy contento lo que pasa en Uruguay”. “El mercado ilegal de drogas y la permanente prohibición gubernamental sólo genera más violencia”, remarcó. Adicionalmente, Saín dijo que cuando estuvo dando charlas en unidades policíacas en Uruguay se dio cuenta que con la legalización de la marihuana “muchos policías estaban enojados porque se les había terminado un buen negocio”. “Mientras un policía no cobre un buen sueldo base las cosas no van a funcionar”, cerró Saín.

Por: Matías Gasparini
Foto: Delfina Sánchez Badino